En Brunéi ha entrado en vigor un nuevo Código Penal que permite castigar el adulterio y el sexo homosexual de las personas musulmanas con la muerte por lapidación.
Entre otras medidas punitivas, las autoridades de ese país también podrán amputar extremidades a las personas condenadas por robo y propinar latigazos y encarcelar durante un año a otros procesados.
Esta reforma legal del sultán Hassanal Bolkiah se basa en la ‘sharia’, —la ley islámica que regula todos los aspectos públicos y privados de la vida— y ha sido criticada por representantes de la comunidad internacional y organizaciones para la protección de los derechos humanos.